Cómo conducir correctamente tu coche híbrido enchufable EcoMovi

Cómo conducir correctamente tu coche híbrido enchufable

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Los híbridos enchufables probablemente tengan las instrucciones de conducción más complicadas. Aquí tienes algunos consejos sobre cómo conducirlos.

Arriesgándonos a sonar repetitivos y poder llegar a ofender a alguien, debemos aprender a conducirlos, ya que los híbridos enchufables combinan lo mejor de dos mundos. Estos modelos ofrecen la posibilidad de circular varios kilómetros en modo 100% eléctrico (dependiendo de la eficiencia de cada modelo), y pasar al modo híbrido para los viajes largos o cuando el nivel de carga de la batería llega al mínimo. En otras palabras, puedes conducir todos los días sin quemar una gota de combustible. Pero esta gran versatilidad tiene un precio: una batería, que aumenta el peso del coche y, por tanto, el consumo de combustible si lo comparamos con un modelo de combustión equivalente. Especialmente cuando la batería ya no puede hacer su trabajo apoyando a las bujías. Todo ello con un rendimiento muy inferior al de los verdaderos coches eléctricos, sobre todo cuando se trata de recargar.

Consumo WLTP: un dulce ilusión

Además de sus dos fuentes de alimentación, que multiplican el número de modos de funcionamiento, los híbridos enchufables tienen la mala costumbre de beneficiarse de un procedimiento de homologación que resulta demasiado favorable, por no decir alejado de la realidad. Al final de un largo y complejo análisis, la mayoría de los modelos consiguen bajar de los 2,0 l/100 km, o incluso menos, con unos niveles de emisiones contaminantes acordes. Estos valores son sencillamente imposibles de alcanzar en la realidad en un funcionamiento normal. Para ello, habrá que descontar del consumo de gasolina los múltiples desplazamientos en modo 100% eléctrico: ¡según las pruebas realizadas, hay que recorrer el 76,4% de la distancia total sin encender el motor de combustión para conseguirlo!




Así que no esperes alcanzar el valor anunciado por el fabricante (el cual es precisamente el mismo que la norma de homologación WLTP). Tampoco debemos volver a crear un escándalo sobre las cenizas del dieselgate, como algunas instituciones se empeñan en hacer. Si no consigues el consumo de combustible anunciado, es porque tu híbrido enchufable no se está utilizando correctamente. Porque aunque las autoridades y el protocolo WLTP tengan que asumir las consecuencias, el último responsable no es solo el coche, sino también el conductor.

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Sonríe, estás siendo vigilado

O al menos eso es lo que creen los fabricantes, amparados por el fuerte brazo de las autoridades. Desde el 1 de enero de 2021, todos los coches nuevos están equipados con un dispositivo de seguimiento que registra el consumo real, ya sea de electricidad o de combustible. Aunque los conductores podrán acceder a esta información cuando acudan a la inspección técnica a partir de mayo de 2023 (los datos son solo informativos y no tienen repercusión en el informe de la inspección técnica, pero los conductores tendrán que firmar un documento de rechazo si se oponen a la recogida de información por parte del centro), estos valores también podrían ser utilizados por los fabricantes… contra sus clientes en caso de posibles reclamaciones.

Porque aunque los sistemas son por el momento un incentivador (BMW eDrive Zone), o incluso informativos (aunque intrusivos con la solución de Stellantis, como en el Citroën C5 Aircross), podrían aplicarse sanciones: así lo han indicado nuestros colegas, precisando que Renault y Stellantis se plantean limitar el rendimiento de los vehículos si no se recargan regularmente. Queda por ver qué artimañas técnicas y jurídicas se utilizarán con el fin de acorralar a los responsables de este tipo de acciones a distancia, para poder determinar la «regularidad», así como las cláusulas contractuales que se utilizarán. Por el momento, es difícil imaginar que un fabricante obligue a un comprador a utilizar su híbrido las tres cuartas partes del tiempo en modo eléctrico.




Una estrategia sorprendente por el momento, pero que podría hacerse realidad algún día, sea cual sea la modalidad que adopte. Los fabricantes se juegan mucho: con estos datos, Bruselas podría verificar las diferencias entre el banco de pruebas WLTP y la carretera, y también, para los híbridos enchufables, definir un nuevo factor de utilidad para un cálculo más justo. Por tanto, los fabricantes se verían obligados a vender vehículos con niveles de CO₂ revisados y más altos, ¡lo que no sería beneficioso para el cumplimiento de las normas en materia de emisiones! En definitiva, aprovechar mejor tu vehículo híbrido enchufable es fundamental para todos, pero sobre todo, no nos engañemos, para tu cartera.

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Desplazamientos al trabajo: apuesta por la electricidad

La principal ventaja del híbrido enchufable es que puede funcionar en modo 100% eléctrico (algo que los mejores híbridos más básicos no pueden hacer durante más de 2/3 km), en función de su capacidad. Las autonomías son especialmente variables de un modelo a otro, aunque la mayoría de los modelos del mercado prometen más de 50 km de autonomía. De media, se puede esperar una autonomía real un 20% inferior al valor WLTP anunciado por el fabricante.

Si tus desplazamientos diarios están dentro de la autonomía media de un conductor en España (menos de 40 km ida y vuelta), te recomendamos que utilices el modo eléctrico. El ahorro medioambiental (aunque resulte difícil pensar que este sea el factor principal para los compradores) y el ahorro económico serán significativos. El coste medio de recargar en casa es de 2,26 euros para una batería media de 12,5 kWh, es decir, algo menos de 5 euros/100 km en costes directos de funcionamiento. Además, no es necesario invertir en casa o en el garaje, ya que se puede recargar con un enchufe de la casa. Incluso con el límite de 8 A (1,8 kW de potencia), se puede recargar por la noche. Pero tendrás que acordarte de enchufar el coche todas las noches y hacerlo así siempre, o por lo menos los días que sepas que vas a usar el coche.




Viajes más rápidos: mejor en modo híbrido

El modo de conducción totalmente eléctrico solo es recomendable si la distancia de tu viaje se puede realizar con la autonomía del coche. En caso contrario, el coche volverá a pasar directamente al modo combustión cuando la batería se agote, lo que puede aumentar el consumo de combustible. Pero no te preocupes, no te vas a cargar la batería si te ocurre con frecuencia que terminas tu viaje recorriendo unos kilómetros en este modo.

Sin embargo, si quieres conseguir un consumo óptimo de combustible, considera la posibilidad de activar el modo híbrido por completo. También es el modo de conducción que debes utilizar si tu trayecto se compone principalmente de autovías o autopistas. Es en estas carreteras donde el consumo eléctrico es menor, mientras que es en ciudad donde el motor de combustión resulta menos recomendable. Así que no malgastes innecesariamente la energía y cambia al modo híbrido. Esto es, por ejemplo, lo que hace el modo Auto del Hyundai Tucson Plug-in, que alterna automáticamente entre el modo HEV y el EV en función de si está en autovía o fuera de ella.

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Larga distancia: diferentes situaciones en función de tu viaje

Para viajes de más de 100 km, puedes dejarlo todo en manos del propio coche. Sobre todo porque algunos modelos están equipados con un sistema de navegación que tiene en cuenta todo el trayecto para gestionar lo mejor posible la carga disponible y favorecer así el consumo. Pero esta función queda totalmente obsoleta cuando se utiliza un sistema de navegación diferente, como los disponibles en el smartphone. Entonces hay que recurrir a otro tipo de configuraciones mecánicas.

Algunos híbridos se comportan mejor que otros. Es el caso del Skoda Octavia iV, por ejemplo, que gestionó su carga durante 400 km de conducción mixta. Además, incluso cuando la batería está vacía, sabe utilizar inteligentemente su motor de combustión para ganar energía eléctrica sin consumir demasiado.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, te aconsejamos que conduzcas en modo eSave, habiendo cargado la batería completamente con anterioridad para no llevar un peso muerto. Esto es especialmente cierto en el caso de los híbridos enchufables que tienden a consumir todo en los primeros kilómetros (Ford Kuga, Renault Captur, etc.).

No solo que su carga no será de gran ayuda en la mayor parte del trayecto realizado en autopista (las diferencias entre una batería llena y una vacía/eSave son muy pequeñas siempre que el recorrido no tenga demasiadas pendientes), sino que además, el recorrido de varios kilómetros al finalizar el trayecto con el modo eléctrico bajará considerablemente la media del consumo. Esto es algo que se ha podido comprobar durante las pruebas de larga duración del Ford Kuga PHEV. De un consumo medio de 7,3 l/100 km con el modo «EV later» (equivalente a eSave), los 43 km recorridos en modo eléctrico redujeron la media de todo el viaje (casi 500 km) a 6,5 l/100 km. Esto es mucho mejor que con el modo automático (7,1 l/100 km).

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©Nissan

Adquirir destreza para la conducción eléctrica

Aunque tienen dos fuentes de energía diferentes, lo importante en los híbridos enchufables es la mecánica del coche eléctrico. Empezando por el ejercicio de recarga, que sin duda es mucho más habitual en estos coches que en sus homólogos totalmente eléctricos, debido a su limitada autonomía. Como hemos explicado detalladamente, esta es la única vía para reducir el gasto en combustibles. Por supuesto, la tarea no resultará fácil, ya que, paradójicamente, la que se suponía que iba a liberar al conductor de las limitaciones de los coches eléctricos lo ata aún más. Esto provoca a veces el descontento de los usuarios de coches eléctricos. Aunque esto les eche para atrás, hay que recordar que los híbridos enchufables se consideran vehículos eléctricos por su capacidad de recarga desde el punto de vista más general.

Para optimizar la autonomía en invierno, no olvides utilizar el precalentador del habitáculo mientras el coche está enchufado. Al igual que con un coche eléctrico, esto te permitirá usar más suavemente el aire acondicionado y evitar el uso de la calefacción adicional (que consume energía eléctrica) o encender el motor de combustión mientras conduces (para los coches que no tienen un circuito de calefacción específico).

No dudes en activar el modo D sea cual sea el modo de funcionamiento seleccionado, especialmente en los tramos lentos (ciudad, atascos, descensos de puertos…). Esto te permitirá aprovechar una de las enormes ventajas de la propulsión eléctrica: almacenar energía durante la desaceleración para optimizar la autonomía, o dar a la batería un poco más de energía para soportar el esfuerzo del motor de combustión más adelante (aceleración, subidas, etc.). Activa el modo Eco cuando no necesites potencia y aplica todos los consejos habituales de conducción ecológica. Lo que ha funcionado durante años con los motores de combustión o los coches eléctricos también funciona con los híbridos enchufables.




En resumen

Los consejos que damos solo son válidos para los pocos casos que hemos definido. Pero, como estamos convencidos, hay tantos casos de uso como conductores en España. Por lo tanto, el uso adecuado de un coche híbrido enchufable dependerá principalmente de tus necesidades, ya sean diarias o más esporádicas. Sin embargo, se pueden establecer algunas generalidades.

Para el uso diario, dentro de los límites de la autonomía disponible y si tienes un punto de recarga entre dos viajes, recarga completamente la batería y utiliza el modo eléctrico. Si tus desplazamientos son principalmente por autopista y/o tu autonomía no es suficiente para recorrerlo todo, aprovecha la carga disponible al máximo y luego conduce en modo híbrido con la batería vacía (a velocidades tranquilas, pisar a fondo rompe la cartera).

Por otro lado, si la distancia de conducción que debe realizarse en esta configuración con la batería vacía es considerable, cambia al modo híbrido por defecto y/o guarda la carga para la parte más conveniente. El mismo consejo se aplica si se circula por carreteras con desniveles: el sistema de control utilizará el motor eléctrico para nivelar prácticamente la carretera (y, por lo tanto, limitar el esfuerzo del motor de combustión), al tiempo que recupera energía en los descensos.

Por último, si realizas largos viajes por autovía, como es el caso de muchos profesionales, tienes dos opciones: utilizar el navegador de a bordo del coche para optimizar la carga durante todo el trayecto (aunque algunos coches no disponen de este dispositivo de a bordo), o utilizar el modo eSave con la batería llena para recorrer los últimos kilómetros con la única potencia del motor eléctrico.